domingo, 12 de febrero de 2012

A deshoras...




A deshoras
de un tiempo olvidado;
allí donde el cuerpo no llega;
oigo una voz.
¿Eres tú?
No,
es un silbido del viento
que ha llorado,
que me ha encontrado.
Y llorare por ti hoy,
mañana, pasado...
A deshoras...
de un tiempo olvidado.

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