viernes, 11 de mayo de 2012

A la orilla de los charcos





Soy aquel que fundió
el mar en un llanto,
donde no llega mi canto.
Soy aquel que plantó
cara a la locura;
que invitó a cenar a la amargura.
Soy aquel que te desnuda,
lentamente; sin mesura.
Soy aquel que escondió 
una lagrima en un barco,
a la orilla de los charcos.
Soy aquel que miente
a la esperanza, la besa,
para luego desecharla.
Soy Pena, Llanto, 
Risa; y Espanto;
soy Tú, 
cuando creíste estar sola,
soy alarido, soy bandido,
soy loquero; estoy podrido.
Y nunca encontrarás
en mis brazos,
más lamento que tu pelo
y más ternura que tu anhelo.



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