Mira la amarga lluvia,
como cuelga del cielo;
pues gime la dulce luna
penas de hiel y cieno.
Lora porque no ve tu pelo,
y llora por remontar el vuelo
que perdió en un casino
de amor y ego.
Cuentan que perdió el alma
luchando con palabras.
Cuentan que baga perdida,
que no la busques
que está escondida.